viernes, 6 de junio de 2014

Doroteo de Sidón: Carmen Astrologicum: Primer libro: Capítulo 6

Capítulo 6.- El poder de los siete planetas
            Ahora te hablaré del poder de los siete planetas. Cada planeta es benéfico si está en su propia casa o en su propia triplicidad o en su exaltación, así que lo que en ellos indica bonanza se fortalece, incrementa. Igualmente un maléfico, si se encuentra en su propio lugar, su maldad se aligera y decrece. De esta manera: Saturno hiere al que nace de día y Marte al que nace de noche —especialmente si Marte está en un signo femenino y Saturno en uno masculino. Ellos se encuentran mejor en una de sus dignidades. Los planetas, si se encuentran bajo los rayos del Sol y occidentales, su fuerza desaparece y carecen de poder. Si se retrogradan, esto es dificultad e infortunio en las natividades y otras.


Doroteo de Sidón: Carmen Astrologicum: Primer libro: Capítulo 5

Capítulo 5.- De la superioridad de los lugares

            Guarda lo que te digo sobre los lugares y la superioridad de unos sobre otros en cuanto a poder. Así, el mejor de todos es el Ascendente; luego el Medio Cielo; luego el que sigue al Medio Cielo, que es el onceavo desde el Ascendente; luego el opuesto del onceavo lugar desde el Ascendente, que es el quinto desde el Ascendente, el cual es llamado la casa de los hijos; luego el opuesto al Ascendente, que es el signo del maridaje; luego el cardinal de la Tierra; luego el noveno lugar desde el Ascendente. Estos son los siete lugares preferidos a los lugares que no están reconocidos como buenos: el tercero desde el Ascendente porque se dice que es el regocijo de la Luna; y el segundo desde el Ascendente; luego el octavo desde el Ascendente, que es el signo de la muerte. De estos lugares que te menciono, el primero es el más fuerte. Restan estos dos lugares que son los peores entre los peores: el sexto y el doceavo.
 

Doroteo de Sidón: Carmen Astrologicum: Primer libro: Capítulo 4




Capítulo 4.- Juicio concerniente a la crianza del nativo

            Ahora voy a hablarte sobre la cuestión de la crianza. Procura no temer ni interrumpir tú análisis por encontrar a un maléfico en un cardinal, pues deseabas al primero, segundo y tercer regentes de la triplicidad del Ascendente. Si encuentras a alguno de estos en su Término y Cardinal, o en lo que es equivalente desde uno de esos lugares donde son fuertes, entonces esto aumenta la vida del nativo, si Dios lo quiere y lo fortalece. Y si los tres juntos están en lugares fuertes, es lo mejor. Si dos de ellos están en lugares fuertes, entonces la fuerza de su determinación es completa, y esto es mejor que solo uno de ellos estando en buen lugar. Si se encuentran juntos en un lugar fuerte desde una cuadratura o un trígono y uno de ellos aspecta al otro, esto indica lo mejor. Si además aspectan a una de las luminarias, esto es más fuerza para ellos.

            Si encuentras a Saturno o a Marte o a los dos en el Ascendente y a los señores de la triplicidad del Ascendente en lugares que les son extraños y no están bajo los rayos del sol pero sí saliendo de su luz, entonces decreta crianza para el nativo. Pero si encuentras al señor de la triplicidad del Ascendente en un signo de infortunio, ya sea el sexto o el tercero, haz uso del señor de la triplicidad del Parte de la Fortuna. Si encuentras que éste aspecta al Parte o está en un buen lugar aspectando al Sol de día o a la Luna de noche, esto es bueno. Si encuentras a Júpiter en el Ascendente o en la triplicidad del Ascendente o en los que siguen a los cardinales del Ascendente y si Júpiter está en un cardinal de Tierra, esto es bueno, si Dios —¡Él sea exaltado!— lo desea. Si encuentras a Saturno y a Mercurio y a Júpiter durante el día en cardinales, esto indica bonanza en la crianza. Si encuentras a Saturno durante el día en cardinales y en su propia triplicidad, el nativo alcanzará la madures, si Dios lo desea.