lunes, 3 de julio de 2017

Sobre la dirección de los significadores

Podemos decir que hay dos modos de juzgar las direcciones primarias. El más popularizado es, a la vez, el más complicado de ejecutar, aunque también es el más impresionante. Podemos describirlo diciendo que se trata de predecir eventos concretos y precisos mediantes el cálculo de la fecha en que vence una dirección particular. Así, si la dirección vence el día X del mes Y, se espera que el suceso ocurra precisamente en el mes Y, con un margen de error de muy pocos días. 
Por otro lado podemos juzgar las direcciones buscando establecer ciclos. Desde esta perspectiva, la predicción depende en gran medida de una conjugación de elementos predictivos. En el periodo en que coinciden varios ciclos del mismo tipo, se profetizan sucesos de la misma naturaleza que el ciclo. Sobre este segundo modo quiero hablar hoy.  

En una entrada anterior publiqué una pequeña traducción sobre la jerarquía de técnicas predictivas. En ésta se menciona el concepto de división y cronocractor, dispuestos por direcciones primarias, según Ptolomeo, Stephen el filósofo y por Schoener. En la cita más inferior, Omar de Tiberíades también mencionar estos conceptos, pero les da un enfoque ligeramente diferente:  

En Ptolomeo y en Stephen encontramos que Cronocractor designa al planeta que es aplicado en dirección por el significador.
En Schoener encontramos que División es el periodo en que un significador avanza por dirección a través de un Término.
De manera diferente, Omar nombra como Divisor al regente del Término transitado y División el planeta aplicado por el significador. 

Por otro lado tenemos la cuestión de la preponderancia a la hora de juzgar. En Stephen y en Schoener, la dirección sobre el Término es secundaria, lo principal es la aplicación del significador hacia los benéficos y maléficos. Veamos esta cita de Schoener:  

“Primero considera los cinco Hylegs… Luego considera las direcciones de éstos a los maléficos y benéficos. Éstos inmediatamente inducen un afecto que dura hasta que el [significador] aplica a otro lugar. Y esto es llamado el periodo universal… Debajo de estos periodos universales se encuentran otros periodos particulares que se dan por la dirección de los significadores en un término de un signo y luego en otro. Esto es llamado una División, y este periodo añade o substrae de la influencia del primer periodo, en tanto si acuerda o desacuerda con las significaciones del primer periodo”. 

En Ptolomeo ni siquiera encontramos mención a un periodo determinado por los Términos y sus regentes. Y por el otro lado tenemos las palabras de Omar, extraídas de su tratado sobre natividades:   

“Sabe también que Ptolomeo era de la idea que la Luna ha de ser siempre dirigida a los rayos de los maléficos y benéficos, en orden de obtener el conocimiento del estado del cuerpo, en salud y enfermedad, y del estado de la madre. Y el Parte de la Fortuna ha de ser dirigido en orden de obtener el entendimiento sobre la adquisición, a saber, la riqueza y la pobreza. Y el Sol ha de ser dirigido en orden de obtener el conocimiento sobe el estado del padre, el reinado y el magisterio. También era él de la idea que la dirección el grado del Medio Cielo ha de ser por la ascensión del círculo recto. Por otro lado, también era él y todos los otros de la idea que uno ha de dirigir el grado del Ascendente de los maléficos y benéficos, de acuerdo a la división de los términos, en orden de entender el estado del nativo. De esta misma manera, si sucede que el Divisor es un maléfico, y la División está en los rayos de un maléfico, uno ha de pronuncias dificultades en esta materia, y también la manifestación de un mal estado, igualmente enfermedades del cuerpo y la corrupción de la complexión de acuerdo a la cualidad de la naturaleza de los maléficos. Si, como sea, el divisor es un maléfico y hay rayos de una fortuna, el estado del nativo será una combinación de bien y mal, esto es, enfermedades y salud, pobreza con abundancia. Pero si el divisor es una fortuna y los rayos son, como ya he dicho, de una fortuna, si cualquier nativo es de una progenie de gente pobre, o también de una progenie de gente de estatus medio, él será así medio en esta división, él será medio en su estado y en el mantenimiento de su estado. Si es la voluntad de Dios”. 

Aquí, Omar nos da a entender que ambos periodos son iguales en importancia, combinándose entre sí para dar como resultado una determinación ponderada.  

Hay otras autoridades como el renacentista Francisco Junctino de Florencia, que denomina Divisor al regente del periodo de dirección sobre los Términos y Participante al planeta aplicado en dirección por el significador. A su vez, Junctino da más preponderancia al periodo por División que al Participante, siendo éste un complemento del segundo.  

Como se puede apreciar, cada autoridad voltea los conceptos y hereda a la siguiente generación una variante de la idea original. Yo, personalmente, me decanto por Schoener, el cuál es más cercano a Ptolomeo; pienso que el periodo de dirección sobre los términos es de muy poca importancia y está siempre sujeto al periodo principal del significador hacia los benéficos y maléficos. Como ya mencioné, Ptolomeo, a diferencia de otros helenos como Doroteo, ni siquiera tomó en cuenta a los Términos.

  

Sobre el Almuten de la carta

Las siguientes son citas muy interesantes por varias razones. La primera es que, como mencioné en esta entrada, vemos aquí uno de los métodos más populares en la antigüedad para calcular el Almuten de la carta o Regente de la natividad.
La segunda es que se diferencia en gran medida del método de Ibn Ezra. Lo que más llama la atención es la omisión de la ponderación por dignidades accidentales; las casas que ocupan los planetas no afectan el resultado final.
En tercer lugar y más importante, el planeta regente no es escogido por un sistema de puntos, sino por la mayoría de dominios que tenga.
Personalmente me decanto por el cálculo de Ibn Ezra, pero hay que reconocer que el presente sistema muestra una solución más sobria y concreta al problema del Almuten.  

“Y él también dijo que el planeta que tenga la mayor dignidad en el Ascendente, y en las luminarias, y en el parte de la fortuna, o en el lugar de la conjunción o de la prevención anterior al nacimiento, ese planeta es el mejor cualificado para regir.
Pero si hay un planeta que tiene dignidad en tres de estos cuatro lugares, o [al menos] en dos de estos lugares mencionados arriba, haremos de ese planeta el Almuten, el planeta que tiene regencia sobre la natividad, esto es, el planeta que ostenta el dominio”.
Omar de Tiberíades
Tres libros sobre natividades

“Dice Tolomeo que el significador es el planeta que tiene mayor poder en el grado del ascendente –el cual es llamado almuten–, las dos luminarias y la conjunción u oposición”.
“Dice Doroteo que el significador es el planeta enseñoreada sobre el grado del ascendente, sobre las luminarias y sobre pars fortune”. 
Abu Ali ibn ar-Rigal
Libro complido de los judizios de las estrellas

 

domingo, 2 de julio de 2017

Cita: El número de planetas maléficos

“Sabe que no puede haber más de seis puntos malos*. Los primeros dos son los maléficos, a saber, Saturno y Marte; y el tercero, Mercurio, cuando está con aquellos o en su naturaleza por aspecto. Y el cuarto es el Sol, expresamente cuando está con Marte, o en su aspecto cuadrado, o en oposición, o en su sextil, o cuando hay un aspecto de trígono de un planeta infortunado hacia él; el Sol también se vuelve maléfico de manera similar con Saturno. Pero el quinto de los planetas malos es la Cabeza [del Dragón], y el sexto, la Cola [del Dragón]. Y sabe que los planetas malos son necesariamente seis, pues dos son maléficos por naturaleza, Saturno y marte; dos por accidente, Mercurio y el Sol; y dos por locación, la Cabeza y la Cola. Sabe que todos estados han de ser justo como he dicho aquí”. 

Omar de Tiberíades

*El original en latín es mali, que se tradujo al inglés por ‘evil’, para diferenciarse de malus, que comúnmente se traduce como ‘maléfico’.

 

lunes, 1 de mayo de 2017

Breve historia de los aspectos planetarios y reflexión.

Esta es una muy breve historia de los aspectos planetarios, según la tradición occidental, la cual trascurrirá en cuatro etapas: clásica, medieval, renacentista y contemporánea. El tema de este artículo sólo es una excusa para concluir una reflexión final que quiero expresar. Aviso de antemano que aquí no se tratará el significado específico de los aspectos, sino los detalles de su uso general a través del tiempo.


Antes de inicia quiero hacer una pequeña mención a los tiempos pre-aspectos, por decirlo así, pues la concepción moderna que tenemos es bastante diferente. En los tiempos sumerio-babilónicos es muy poco común ver referencia a algo que podamos identificar con los aspectos modernos. La configuración y el movimiento de los planetas se medían principalmente en relación al Sol o al horizonte. Términos como oriental, occidental, estrella matutina, por sobre el horizonte tenían prioridad sobre lo demás.
Ahora, por etapa clásica entenderemos desde los comienzos de la Edad Media (siglo V) hacia atrás. Cada vez más personas están al tanto de la concepción clásica –concretamente helena– de los aspectos. Esto es: aspectos de signo entero, y recordemos que la etimología de la esta palabra significa mirar. Supongamos una cuadratura; en esta concepción no importará si un planeta está a 0º de Aries y otro a 29º de Cancer, se trata de una cuadratura, pues ambos planetas están en signos que se miran por cuadratura. Esta es la noción básica.
A lo anterior debemos añadir algunos elementos más, como la concepción de los aspectos diestros y siniestros; la concepción de los planetas que miran hacia adelante, y aquellos que lanzan sus rayos; la concepción de la superioridad; etc. Mas como sea, la idea principal es la descrita en el párrafo anterior, aunque hay un concepto añadido: a más cercano el aspecto de su grado exacto, más fuerte e importante era. Lo anterior se evidencia en los astrólogos árabes que heredaron las doctrinas clásicas. Ejemplo:  

“De hecho, los aspectos de los planetas vienen a ser en los signos especificados, los cuales son siete. A saber: el tercero [desde el inicio de la cuenta], el cuarto, el quinto, el séptimo, el noveno, el décimo y el onceavo. Y [un planeta] mira todos los grados del signo por entero y cualquier cosa que se encuentre en él (planetas, partes o demás).
Y el aspecto a cualquiera de estos signos será más fuerte en tanto se acerque al número exacto de grados, según el signo: 60, 90, 120 y 180 grados iguales. Pero si se aleja de este número de grados, el aspecto será más débil”.
Gran Introducción, VII, 5
Abú Ma’Shar 

Durante el medievo, y específicamente en la Alta Edad Medina, época dorada del mundo musulmán, se sumaron a la doctrina nuevas consideraciones sobre el uso de los aspectos. En concreto la atención se fijó en el movimiento vivo de los planetas. Aparecieron las nociones de aplicación, perfección y separación, cobrando tal importancia que los aspectos llegan a considerarse existente mientras el planeta rápido aplique al planeta lento.  

“Pero la conjunción de los planetas entre sí es cuando un ligero se une a otro más lento. Y esto viene a suceder de ocho maneras, a saber: la conjunción que viene a ser en un signo y las siete conjunciones por aspecto.
Así, la conjunción en un signo es cuando dos planetas están en movimiento directo en un signo, y el más ligero en velocidad se encuentra en un grado menor que el más pesado. Entonces, mientras el más ligero en velocidad se mantenga en un grado menor que aquel del más pesado, aquel se dirigirá a la conjunción de éste, en la unidad del signo. Y una vez que aquel se encuentra con éste en un solo grado y minuto, aquel perfeccione su conjunción con éste.
[…]
Y si un planeta estuviera conjunto a muchos planetas, en un número variado de grados, y si aquel fuera más ligero que los demás, aquel estaría unido al planeta más cercano”.  
Gran Introducción, VII, 5
Abú Ma’Shar 

Otro añadido de los árabes fue el magistral uso de la recepción, con lo cual se completa la ahora perfeccionada doctrina de los aspectos. En esta época se logró la comprensión ideal del movimiento de los planetas y su significado, se generalizaron términos como asamblea, vacío de curso, feral, conexión, trasferencia, recolección, bloqueo, escape, obstrucción, retorno, recompensa, generosidad, etc., términos que de hecho nos parecen familiares y obvios. Por otro lado, aunque desde Ptolomeo tenemos la idea de que el trígono y el sextil son aspectos harmoniosos y la cuadratura y la oposición no, fue a penas en esta época que tal concepción cobró su importancia central.
Si el mundo greco-egipcio representa la juventud, y el medievo la edad de madurez y plenitud, el renacimiento es la vejez. La principal característica del renacimiento –referente al tema– es la populización de los orbes. Ya los árabes habían desarrollado la doctrina de los orbes, pero debido a que éstos le daban prioridad a la aplicación, se extendiera los grados que se extendiera, términos como moiety o fuera de orbe aparecieron y se afianzaron hasta a penas la Edad Media tardía.
Finalmente, la modernidad viene a significar la senectud y la decadencia. Esta etapa se caracteriza por desentender, negar y desconocer todas las bases clásicas y los avances realizados en el medievo. Kepler y Morin de Villefranche sembraron la semilla que en un futuro acabaría destruyéndolo todo, introduciendo los “aspectos” de quintil, biquintil, decil, tridecil, semicuadratura, sesquicuadratura, semi-sextil y quincuncio. Esto, junto con la preponderancia que, en general, el renacimiento le dio a los orbes, llevó a la corrupción de la doctrina y aquellos pasaron a ser parte del aspecto, no del planeta. Ambiento llegado este punto, cada autor determinó el tamaño de los orbes según su consideración subjetiva, no según criterios astronómicos. La relación de los signos y sus naturalezas dejaron de ser la base donde se sustentaba la doctrina entera, pasando a ser una cuestión meramente angular. Así, un planeta a 2º de Aries y otro a 27º de Géminis formaban una cuadratura. Se inventaron supuestas teorías sobre armónicos, se diseñaron softwares que entregaban todo tipo de tablas y ventanas de siclos; ya nadie recordaba qué era una cuadratura diestra, una trasferencia, o una relación latitudinal. Es así como esta historia termina, a finales del siglo XX y un saber de más de dos mil años de antigüedad caído en desgracia.  

Antes de terminar quiero decir que soy un tradicionalista en muchos sentidos, creo en los siclos, y no me extraña que esta historia se corresponda con las etapas del crecimiento orgánico. Pero así como después de una muerte nace otra vida, así esta historia ha de tener una final feliz. Cualquiera con acceso a internet va cayendo en cuenta que la “astrología” moderna murió con el último siglo. En su lugar está surgiendo poco a poco, tímidamente, un movimiento de recuperación casi arqueológico. Los más antiguos textos se traducen, las técnicas se recuperan, los conceptos vuelven a generalizarse, los errores se corrigen y todo se adapta a las particularidades del mundo contemporáneo. Hay muchas malas interpretación, como se puede esperar, muchos desentendidos, pero con disciplina, rigor y honestidad, este nuestro arte podrá, seguramente, volver a ser la ciencia de los sabios que fue un día.
Pensé escribir este artículo únicamente para hablar sobre la aplicación de los aspectos en el mundo árabe, pero ahora, en la generalidad, quiero concluir diciendo lo siguiente. El propósito de la astrología fue, desde un principio, conocer el futuro de los reyes y los reinos. ¿Para qué? Pues obviando que el señor en turno quería mantenerse en el poder cuanto tiempo pudiese, deseábamos conocer su destino y el de su reino con ánimo de velar por el pueblo que vivía ahí. Es velar por el futuro de los pueblos –y luego de las personas en particular– lo que le da sentido al arte astrológico. Así, pues, hemos de seguir adelante con nuestro estudio.

martes, 18 de abril de 2017

Testimonios para la separación de los padres según Doroteo

Algo muy interesantes –para nuestros tiempos– sobresale en este capítulo del Carmen Astrologicum, a saber: varios indicios que evidencia la separación de los padres de un nativo, juzgando desde la carta de éste último. Los testimonios son: 

1.      El Sol en la casa/signo VII.
2.      Marte y Saturno conjuntos, cuadrados u opuestos a la Luna o al Sol, sin el aspecto de los benéficos.
3.      Saturno en un ángulo, en especial en la casa/signo VII, sin el aspecto de Júpiter, y peor si éste último está cadente.
4.      Marte en un ángulo, en especial en la casa/signo VII, sin el aspecto de Venus, y peor si ésta última está cadente.
5.      Una luminaria en casa/signo VI y la otra en casa/signo XII. También una conjunción de las luminarias en cualquiera de estas dos casas/signos.
6.      Una luminaria inconjunta* a la otra, o inconjunta al Ascendente.
7.      El Parte del Padre y de la Madre juntos en un signo, y peor si son atacados por los maléficos. 

He aquí, son testimonios simples, participando únicamente las luminarias y los Partes, pero hacen uso de tecnicismos muy propios de la astrología clásica, los cuales suelen olvidarse en nuestros días. Seguramente resultará provechoso tener en cuenta estos puntos y sus posibilidades a la hora de juzgar la cara de un niño. Por lo demás, aquí el capítulo completo: 

Doroteo de Sidón: Carmen Astrologicum: Primer libro: Capítulo 14
Sobre el Parte de la madre 

Calcula el Parte de la madre en un nacimiento nocturno de la Luna a Venus y, durante el día. De Venus a la Luna, y amañada los grados del ascendente [durante la noche], o substráelos del ascendente [por el día], treinta [grados a la vez]; donde quiera que termine la cuenta, ahí está el Parte de la Madre. Si encuentras al Sol y a la Luna en signos tropicales, y el ascendente es un signo tropical, entonces los padres de este nativo no son de la misma raza, y especialmente si los maléficos los miran o están con ellos, o en cuartil hacia ellos, o en oposición. Es también es así si uno de los dos luminares no aspecto al otro y no mira al ascendente, o si uno de los dos está bajo la tierra y el otro sobre la tierra con los maléficos, o si el ascendente es un signo tropical en el que hay más de un planeta, y sobre todo si estos planetas son maléficos y una de las dos luminarias está con ellos, ya que es un indicador de que sus padres no son de la misma raza. Si encuentras al Sol en el séptimo signo, indica la separación de los padres, uno de los dos abandonando a su compañero. Si con esto [el Sol] está en términos de los maléficos, indica el despilfarro de la propiedad del padre. Si encuentra a la Luna en esta posición, diga [algo] similar acerca de la madre. Si encuentras a Marte y Saturno con el Sol o en cuartil al Sol, u en oposición al Sol, sin el aspecto de los beneficios, indica el despilfarro de la propiedad de su padre y su dispersión. Si encuentras la Luna en esta posición que he descrito, se refiere a su madre, y los padres están separados, uno de los dos habiendo abandonado a su compañero en la juventud del nativo, en la vida madura o en la muerte, tal que no está él en error si prevé convierte en huérfano –y a veces es un huérfano necesitado. Si encuentras a Saturno en un ángulo (y esto es peor si está en el ángulo séptimo), sin el aspecto de Júpiter, estando además Júpiter cadente, entonces esto indica la separación de los padres. Di lo mismo si encuentras a Marte en un ángulo sin Venus. Si encuentras una de las dos luminarias cadentes del signo de Occidente y la otra oponiéndosele desde el duodécimo lugar, esto también es un indicador de la separación de sus padres. Si encuentras a ambas luminarias en uno de los dos lugares que he mencionado, y los dos se hayan juntos, y la conjunción está ahí, entonces es un indicador de la separación de los padres. Del mismo modo indica la separación de sus padres si encuentras los Partes del Padre y de la Madre juntos en un lugar. El aspecto de los maléficos también indica la separación de los padres. Sucede de forma similar en una natividad en la cual una de las dos luminarias no aspecto a la otra o al ascendente. Si encuentras los dos Partes, cada uno de ellos en un signo y en términos de maléficos, y los maléficos dañan además desde el signo, entonces este es un indicador de la destrucción de lo que está entre los padres.
Mira el ángulo, el cuarto, si encuentras a Venus y a la Luna mirando al ángulo, el cuarto, predice entonces con respecto a la madre un aumento del bien y una bonanza de condición. Si encuentras que el Sol y Júpiter y Saturno están enfrente de la casa del padre, indica la alabanza del padre y la bondad de su condición. Si ellos aspectan juntos, entonces juzgar para los dos padres buena fortuna y riqueza y fama. Si encuentras a Marte y Saturno con aspecto al ángulo, el cuarto, en oposición a él o en cuartil o si están en él sin los beneficios, entonces predecir sobre sus padres la desgracia y la miseria y la esclavitud. Si la posición de la Luna está en el ángulo, el cuarto, entonces predecir con respecto a la madre el agregado de este mal, pero si la posición del Sol [está ahí], entonces es en relación al padre. 
 
*Un astro A está inconjunto a un astro B cuando A está un signo que no tiene aspectos posibles con el signo donde está B. Por ejemplo, el Sol en Aries y la Luna en Tauro, Virgo, Escorpio o Piscis.

viernes, 14 de abril de 2017

Doroteo de Sidón: Carmen Astrologicum: Primer libro: Capítulo 13

Este capítulo ha llamado mi atención al evidenciar cuánto puede llegar a diezmar la cercanía con el Sol. Sabido es que los planetas quemados pierden muchas facultades, como por ejemplo ser Hyleg, pero aquí vemos que ni siquiera podemos construir Partes a partir de planetas bajo los rayos del Sol. En dado caso que Saturno sea impedido de tal manera, el Parte del Padre se construirá a partir de Marte y Júpiter, los otros dos planetas de naturaleza  masculina.

Conocimiento sobre el Parte del Padre
 

No dejes de lado la consideración con respecto al Parte del Padre. Calcúlalo de día desde el grado del Sol hasta el grado en el que está Saturno, y de noche desde Saturno hasta el Sol, y añádele los grados del ascendente [durante el día], y réstalos del ascendente [por la noche], Treinta [grados a la vez], y mira dónde está situado su señor [del Parte]. Si encuentras a su señor en un buen lugar, indica el bien de su padre, y la condición del padre es conocida por el destino de la ubicación de su [señor]. Prevente de que sea el sexto o el octavo o el tercero o el duodécimo ya que estos cuatro lugares son malos. De él [del señor] se conoce también el carácter del padre. Si encuentra a Saturno bajo los rayos del Sol, entonces determina el Parte del padre de Marte a Júpiter, y añade los grados del ascendente [durante el día] o réstalos como restaste previamente; entonces [encontrarás] el Parte del padre. Mira desde el señor del signo en que está El Parte del Padre, y si lo encuentras mirando al Parte, o encuentras al señor del Parte en el lugar que sigue a su propia casa, o si el señor del signo opuesto al Signo del Parte aspecta al Parte, entonces el nativo es llamado a servir a [alguien] que no es su padre.

viernes, 7 de abril de 2017

Doroteo de Sidón: Carmen Astrologicum: Primer libro: Capítulo 12

Consideración sobre la crianza del nativo, su condición y su sustento 

También es necesario mirar el signo al cual entra la Luna al tercer día después del nacimiento del nativo; y sabrás esto [sobre la crianza, condición y sustento] a partir del lugar [de la Luna] y del señor de [su] exaltación, y por el [planeta] que esté asociado, y por señor de éste, y por el [planeta] que aspecta. Esto representa al nativo, porque si hay aspectos beneficiosos hacia aquel signo, indica primero la bondad de su educación y su buena fortuna; si es un aspecto desafortunado y maléfico, indica su miseria. Mira también al señor de la casa de la Luna al tercer día y márcalo, pero si lo encuentras en un buen lugar, brillando en su luz o en aspectos benéficos, entonces el nativo es mediano en condición y sustento, y no es ni feliz, ni indigente. Si es de forma diferente, entonces significa miseria. Si usted encuentra la dodecatemoria de la Luna con maleficios o siendo aspectada por uno, entonces esto es una indicación de desgracia para el nativo. Si usted encuentra la Luna vacía [de curso] de todos los planetas, y ninguno de ellos la aspecta, y ninguno está en el ascendente o aspectando el ascendente, entonces este nativo es carente en cuanto a sustento se refiere, posee dolor y dificultades en la búsqueda de lo que él necesita. Si encuentras que la Luna aumenta y que Marte la mira desde la oposición o el cuartil, o [Marte] está con ella, o [si] la Luna está disminuyendo y Saturno la está mirando, entonces no hay ningún bien para él en [su] sustento. Si la Luna está aumentando en dirección al Norte, alcanzará el bien al final de su vida, y si está disminuyendo desde la dirección del Sur hacia la dirección del Norte, y está ascendiendo, entonces alcanzará el bien al principio de su vida y en su final. Sepan que la Luna es lo mejor de todo si está aumentando, elevándose en la esfera del cielo hacia el Norte. Esto es una indicación de prosperidad y virtud viril para los nativos.
Mira en el décimo lugar desde la Luna; si encuentras un beneficio ahí, esto indica esplendor y bien para el nativo; pero si hay un maléfico, una disminución de aquello y una lesión. Si la Luna está herida y Saturno está en el décimo lugar a partir de ella, indica la miseria y la desgracia. Si el maléfico está en otro signo que no es su casa, y su lugar no está en esta posición, esto es una indicación de gran daño; pero si un benéfico está en el décimo lugar desde la Luna, en su propia casa, entonces este nativo gana riqueza y ganancias, derecho y honestidad.
Si deseas considerar a los padres del nativo, busque a su padre en el Sol y en el señor de su triplicidad, porque de estos planetas se conoce el linaje de su Padre y su sustento [respectivamente]. Si encuentras al señor de la triplicidad, benéfico o maléfico, en un buen lugar, y el sol también fuerte en su lugar, entonces este es un indicador de la riqueza, la alabanza y la fama de su padre. Si el Sol está en los términos de los beneficios, entonces es mejor, e indica con esto que el nativo heredará aquello de su padre. Pero si encuentras al señor de la triplicidad con un maléfico, indica una disminución en la propiedad de su padre, y lesiones y calamidad. Si encuentras al Sol y al señor de su triplicidad en mal lugar, esto indica que su padre no es noble y que la pobreza y la necesidad lo han alcanzado. Si encuentras al Sol en un buen lugar y el señor de su triplicidad cadente, esto indica que su padre es noble, pero no guardará su propiedad, ni su honor, pues la indicación del Sol es así. Si, con lo anterior, encuentras al Sol en términos de maléficos, di que el padre no tiene esplendor, porque [esto es] un indicio de servidumbre para él. Si, con lo anterior, los maléficos aspectan al Sol, encontrarás enfermedad y putrefacción en su padre. Si, con lo anterior, se encuentra el Sol en un lugar malo y el señor de su triplicidad en un buen lugar, entonces di que el padre de este nativo aumentará en bien y se elevan después sobre los que se hayan en igual posición. Si encuentras al primer señor de la triplicidad del Sol en un lugar fuerte y al segundo señor de la triplicidad está en un lugar malo, entonces, su padre alcanzará buena condición al principio de sus días, pero esto no persistirá hasta el fin; y si es lo contrario, entonces inviértelo.
Mira, concerniente a la cuestión de la madre, a la Luna y, respecto al linaje, a su lugar [de la Luna], y su término, su lado derecho y su lado izquierdo, y desde su lugar en el Sur, y su posición respecto al nodo ascendente y al nodo descendente, porque si la encuentras descendiendo hacia el Sur o en un eclipse, o en su abatimiento, o en los términos de los maléficos, entonces todo esto es malo para la madre, especialmente si los maléficos la miran. Si encuentras a la Luna en el término de los beneficios, descendiendo hacia el Sur o, en una constelación, añadiendo lo que ya te he mencionado respecto a su maleficencia o su abatimiento, entonces la madre es noble, pero la ignominia y el desdén y la humillación la han golpeado. Si encuentra a la Luna en los ángulos, bajo la tierra, entonces una enfermedad crónica golpeará a la madre, o la madre será herida en su reputación. Y especialmente si la Luna está en el ángulo occidental, o angular bajo la tierra, en términos de los maléficos, y el señor de su casa es cadente, entonces el sustento de la madre está esclavizado. Si encuentras la Luna en un ángulo y está en el cuartil de Saturno o Marte, o en oposición a estos dos, o uniéndose con ellos, entonces la madre sufrirá una muerte terrible.
Si encuentras al Sol –y al señor de su triplicidad en un mal lugar, en su abatimiento–, en un signo ajeno al suyo propio, entonces esto indica muerte en un lugar terrible para el padre. Si, con lo anterior, los maléficos le aspectan desde un cuartil o desde la oposición, o están con él, toda la propiedad de del padre y de la madre será desperdiciada. Si [la natividad] es diurna y la Luna y los señores de su triplicidad están en un lugar malo, mientras que el Sol y los señores de su triplicidad están en un buen lugar, entonces esto refiere a la madre y su final, y de forma similar en una natividad nocturna. Si el Sol está en el lugar de la Luna, esto refiere al padre en una natividad diurna. Si encuentras al Sol y al señor de la triplicidad del Sol en un signo cadente, en una mala posición, entonces juzga aflicción y la miseria del nativo y su padre, y que a veces el padre deseará su desposeimiento [del nativo] y la expulsión de su hogar, y que la lactancia no llegarán al destete, por capricho del padre, hasta el punto en que el nativo sea separado de su madre, porque en una natividad diurna, el Sol y los señores de su triplicidad indican al padre, y la Luna y los señores de su triplicidad [indicar] el asunto del nativo y de la madre. Si usted encuentra a la Luna y a los señores de su triplicidad, en una natividad nocturna, en un mal lugar, entonces indica la desgracia en la condición de la madre y el nativo, y así sucesivamente. Digamos que en una natividad diurna, el Sol y los señores de su triplicidad indican la cuestión del padre y su fin, y así, la Luna, en una natividad diurna, indica el asunto de la madre. Si encuentras al sol y la Luna y los señores de su triplicidad en un mal lugar, […](1) miseria y poco sustento, y con esto que el nativo no será criado, sino que será perjudicado por sus padres, pero si encuentras uno de los benéficos en un ángulo, esta miseria será retenida hasta que haya pasado una rotación de ese planeta que está en ángulo. Si encuentras que el Sol brilla en un buen lugar, y encuentras el aspecto de los maléficos al igual que el de los beneficiosos, esto indica que su padre duplica en lo que hay en él de propiedad y riqueza, pero también indica la disminución de la propiedad del nativo. Si encuentras la Luna del mismo modo, di [lo mismo] sobre el asunto de la madre. Es peor que lo anterior si el señor del ángulo cuarto está herido, porque es el indicador de la cuestión de los padres. Si encuentras al Sol cadente y con el aspecto maléfico, indica la esclavitud del padre, y si la Luna se encuentra así, indica la esclavitud de la madre, y su pobreza, y su necesidad de alimento día a día. Si, con lo anterior y de igual manera, encuentras cadente al señor del ascendente, entonces el nativo no es criado lejos de la miseria y la expulsión, porque es un esclavo o un mendigo o uno en necesidad de alimento. 

(1)    El original en inglés dice así: “If you find the Sun and the Moon and the lords of its [the Sun's] triplicity in a bad place, then judge for these two together what is mightier than he has strength for of misery, and little livelihood”. Consulté con mucha gente el significado de esta frase, incluyendo personas cuya lengua maternal es el inglés, y nadie pudo darme una respuesta. Si alguien consigue encontrarle sentido, agradecería que me lo comunicara.

viernes, 31 de marzo de 2017

Psique, personalidad y caracter en astrología tradicional

Para la astrología moderna, toda disposición de la carta refiere a un aspecto de la personalidad/mente/mundo interno del nativo, en realidad son muy pocas cosas las que describen algo sobre lo psíquico de la persona –entendiendo psíquico desde su etimología original: lo propio del Alma. Lo cierto es que no todo aspecto, ni toda casa ocupada, refieren al carácter; la carta no habla sobre la persona, sino sobre el mundo de la persona, y claro, lo psíquico es parte del mundo de la persona, pero hay que hacer referencia en que sólo es una parte.
            Ahora, desde las doctrinas antiguas por supuesto que se pueden hacer juicios que describen el alma del nativo, pero están basados en unos pocos elementos muy preciosos de la carta. La diferencia radica en que cada elemento singular de mapa natal puede sufrir una gran cantidad de modificaciones. Voy a empezar a publicar capítulos de diferentes textos que hagan referencia a las cualidades del carácter, la mente, la personalidad y, en resumen, al alma de los hombres. Y como hace mucho no publico una cita de Abraham Ibn Ezra, voy a traducir una aquí y abrir con ello la nueva sección del blog, Sea para beneficio de todos los estudiosos del arte. 

“Ahora voy a comenzar a discutir sobre el alma del nativo. Ptolomeo dijo: Siempre observamos la posición de Mercurio, así como también el regente sobre su posición y sobre la posición de la Luna, porque el alma del nativo corresponderá a la naturaleza del regente. Él también dijo que si el regente está en un signo tropical, el nativo será inestable; si se encuentra en un signo fijo, el nativo mantendrá su palabra; y si se encuentra en un signo  bicorpóreo, el nativo cambiará su naturaleza constantemente, algunas veces de una manera y algunas veces de la otra.
            Si el regente es uno de los planetas superiores, se encuentra oriental al Sol y manifestando su más grande poder, entonces el nativo será noble, valiente, y tendrá un alma fuerte, llena de sabiduría e inteligencia; pero si los superiores son occidentales al Sol, el nativo tendrá un alma básica, una que hace todo fraudulentamente. Si el regente está quemado, el nativo vivirá todos sus días en miedo, ansiedad e ira. Si el regente es uno de los planetas menores, y se encuentra occidental al Sol, el alma del nativo será de acuerdo a su poder en el Oeste. Ptolomeo dijo: Si la Luna está asociada con Mercurio mediante algún aspecto o mediante conjunción, y si ambos aspectan el grado Ascendente, el alma del hombre será perfecta, su mente superar su pasión, él hará todo honestamente y legalmente, y será lúcido incluso si se encuentra enfermo; pero en caso contrario, sus empresas serán trastornadas, más aún cuando esté enfermo.
            Los científicos de la India dicen que si Mercurio está en oposición o cuadratura con Saturno, esto significa un alma sabia, una que concibe sabias declaraciones y pensamientos inteligentes, más aún sino uno de los dos (Mercurio o Saturno) es el regente. Ellos también dijeron que demostraron empíricamente que si Mercurio se encuentra en una de las casas de Saturno, significa pensamiento profundo y el descubrimiento de ocultos secretos, más aún si Mercurio es el regente.
            Ptolomeo, en el Libro de los frutos, dijo que la paciencia y resistencia del nativo será de acuerdo con el poder y dominio que sobre él tenga Saturno, que el poder del alma vegetativa que hace crecer el cuerpo será de acuerdo con el poder de Júpiter, que la ira del nativo será de acuerdo con el poder de Marte, sus pensamientos y principios morales serán de acuerdo con el poder del Sol, su deseo será de acuerdo con el poder de Venus, su sabiduría e inteligencia de acuerdo al poder de Mercurio, y la naturaleza física de su cuerpo será de acuerdo al poder de la Luna.
            Él (Ptolomeo) dijo: Si Saturno aspecta la Luna (el nativo) estará preocupado toda su vida por muchos pensamientos e inquietudes; si Júpiter aspecta la Luna, el nativo vivirá en alegría, amando la justicia y la paz; si es Marte, él estará lleno de ira y fura día y noche; si el Sol, él buscará la dominación; si Venus, él buscará comida, bebida y relaciones sexuales; si Mercurio, él investigará sobre todo tipo de ciencias; si ningún planeta aspecta la Luna, él será perezoso en todas sus empresas; pero si muchos planetas aspectan la Luna, cada uno dará su naturaleza de acuerdo a su poder”. 

Rabí Abraham ben Meir ibn Ezra
Libro de las natividades
 

miércoles, 22 de marzo de 2017

Doroteo de Sidón: Carmen Astrologicum: Primer libro: Capítulo 11

La mayor parte del 2014 –primer año del blog– lo dediqué a traducir capítulo por capítulo el Carmen Astrologicum de Doroteo de Sidón. Lo dejé sin terminar por ocuparme en otras traducciones, pero hoy, hablando con un lector sobre el valor de este texto para los estudiosos del arte, he decidió seguir con la labor. Aquí continúo. 

Capítulo 11.- Sobre el conocimiento de cuántos dueños tendrá el nativo, si es un esclavo 

Si deseas saber cuántos dueños tendrá el nativo, si es él un esclavo, mira –si es de día– desde el Sol hasta el señor de la triplicidad del parte de la fortuna; luego mira cuántos planetas hay entre estos dos y tenlos como el número de amos. Si la natividad es nocturna, mira desde la Luna hasta el parte de la fortuna, luego en cuántos planetas hay entre los dos, entonces el número de estos planetas es el número de amos. Observa y si encuentras a la Luna sobre la Tierra, cuenta entonces lo que hay entre el signo de los esclavos –el cual es el sexto lugar– y el doceavo lugar, pues el número de planetas que encuentres entre estos dos, ese es el número de amos. Si la Luna está por debajo de la Tierra, marca entonces desde el doceavo signo hasta el sexto y procede como te he mencionado. Cualquier planeta que encuentras en un signo de dos cuerpos cuenta por dos. Si deseas saber cuántos dueños tendrá el padre del nativo, cuenta desde el Sol hasta el señor de su triplicidad, y cuantos planetas haya entre los dos, ese será el número de amos que tendrá. Marca desde la Luna hasta el señor de la triplicidad de la Luna para la madre.

 

domingo, 5 de marzo de 2017

Cita: Amistades y enemistades planetarias

Una de las muchas nociones básicas que la astrología moderna suele pasa por alto es la de las amistades y enemistades de los planetas. Se dice que los planetas aman/estiman/son amigos de ciertos planetas, y a su vez odian o están enemistados con otros. Más allá de considerar esto una humanización subjetiva e innecesaria de los astros, es en realidad una herramienta práctica y precisa, que nos sirve para determinar el resultado de una interacción planetaria.
El ejemplo más claro es la conjunción, muchas veces puede encontrarse uno con conjunciones donde no hay recepción por parte de ninguno de los dos planetas; en esos casos, la amistad o enemistad de los planetas nos dirá el carácter de la unión, y por tanto si las determinaciones resultantes serán favorables o desfavorables.
La amistad y enemistad de los planetas es tan definitiva que un odio como el que hay entre Mate y la Luna puede producir resultados letales, si uno de los dos interactúa con el otro y no hay factores atenuantes.

Amistad y enemistad

“Y de los planetas se dice que se estiman o se odian mutuamente. Con respecto a la estima, los antiguos dijeron que Júpiter estima a todos los planetas, y que él es su amigo, y que ellos  son sus amigos –excepto Marte. Todos los planetas son amigos de Venus y todos la estiman, excepto Saturno. Pero los amigos de Saturno son Júpiter, el Sol y la Luna; y sus enemigos son Venus y Marte, y ella es quien lo odia más. Y la amiga de Marte es Venus, y todos los demás planetas lo odian, y de ellos Júpiter es quien lo odia más. Pero los amigos del Sol son Júpiter y Venus [y Saturno]*, y sus enemigos Mercurio y la Luna. Los amigos de Mercurio son solamente Júpiter y Venus y Saturno, y sus enemigos el Sol, la Luna y Marte. Los amigos de la cabeza del dragón son Júpiter y Venus, y sus enemigos son Saturno y Marte. Pero los amigos de la cola del dragón son Saturno y Marte, y sus enemigos el Sol, la Luna, Júpiter y Venus.
Y otra clase de enemistad es si dos planetas tienen sus domicilios opuestos.
Y una tercera clase de enemistad es si dos planetas tienen sus exaltaciones opuestas.
Pero una amistad más fuerte es aquella que se da si dos planetas coinciden en naturaleza y en común cualidad y en substancia y dignidad. Justo como Marte coincide con el Sol, pues ambos coinciden en calor y sequedad y brusquedad y velocidad, y Marte es el señor de la exaltación del Sol, en donde se da la fortaleza del Sol; y justo como la Luna y Venus coinciden en frialdad y humead, y Venus es el señor de la exaltación de la Luna”.
Abú Ma’shar

 
*La cita original es tomada del libro Gran introducción al conocimiento de los juicios de las estrellas, pero en Introducción a la Astrología, texto posterior, el autor agrega a Saturno como amigo del Sol.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Grados que incrementan fortuna / degrees of increasing fortune

Siguiendo con el tema de los grados del zodiaco, publico aquí los grados que incrementan la fortuna. Abú Ma’shar nos dice lo siguiente: 
 
 “Los antiguos creyeron que había grados de incremento de fortuna en el círculo… Y dijeron que si planetas residían en uno de esos grados, significaba fortuna para el nativo; y la Luna o el parte de la fortuna o el ascendente en estos grados incrementan la fortuna del nativo. Y si hay caída para el nativo, estos grados lo llevan a elevarse en considerable medida”.
 
“Y refiriéndonos a estos grados, si el señor de la carta de un nativo cae en uno de estos, o el horóscopo de la carta lo hace, la persona sobrepasará en suerte a todo lo esperado”. 
 
Poco más que añadir, aquí la tabla: 

Tauro
14º
26º
29º
Leo
 
Escorpio
 
 
Acuario
19º
 
 

 

domingo, 26 de febrero de 2017

Grados zodiacales masculinos y femeninos

Ya ha pasado más de un año desde la última publicación, una disculpa para los lectores; he estado trabajando en la página hermana, Corpus Naturalis, además de en otras ocupaciones varias. Pero tengo ahora la intención de retomar la rutina de publicación y comienzo con una tarea que había dejado a medias, la recopilación de las tablas de los grados del zodiaco. 

Sabidos es por cualquier estudiante que los grados suelen clasificarse como grados masculinos y grados femeninos –ignórese la políticamente correcta tendencia contemporánea de clasificarlos en positivos y negativos. Por lo general, y desde la estandarización de la astrología moderna, esta clasificación está reducida únicamente a la sucesión de masculino, femenino, masculino, femenino, etc., partiendo desde el 0º de Aries, mas lo cierto es que ha habido varias clasificaciones, como por ejemplo: 

“Además, ciertos pueblos antiguos solían mirar en los signos masculinos y considerar los grados masculinos desde el inicio del signo hasta los siguientes doce grados y medio; y otros doce grados y medio eran femeninos; y otros dos grados y medio, masculinos; y los últimos dos grados y medio, femeninos. Pero en los signos femeninos, tenían por grados femeninos desde el inicio del signo hasta los siguientes doce grados y medio; luego doce grados y medio, masculinos; después de eso dos grados y medio, femeninos; y por último dos grados y medio, masculinos”.
Abu Ma'shar

También había quienes asignaban masculinidad a los dos primeros grados y medio de un signo masculino, luego los siguientes dos grados y medio eran femeninos, etc., y a la inversa en los signos femeninos.
Como sea, y a pesar de todo, la tesis más defendible es que la clasificación estandarizada en la astrología antigua, así como la más eficaz, es la que se daba en tablas minuciosamente copiadas –aunque no sin errores– de maestro a alumno. Estas clasificaciones servían para establecer si un planeta era apto para realizar aquella determinación que estuviera representando, ocupándose en toda delineación que requiriera del uso de la doctrina de la secta.
Así pues, para todos los estudiosos del arte, dejo aquí las tablas de Maternus, Abu Ma'shar, Al-biruni, Bonatti y Lilly, en orden zodiacal. 

Maternus
Masculinos
Femeninos
0º-6º, 12º-15º, 22º-29
7º-11º, 16º-21º
0º-6º, 17º-29º
7º-16º
0º-16º, 23º-29º
17º-22º
0º-1º, 7º-9º, 12º-17º 20º-25º
2º-6º, 10º-11º, 18º-19º, 26º-29º
0º-4º, 7º-14º, 26º-29º
5º-6º, 15º-25º
7º-11º, […]
0º-6º, […]
0º-4º, 10º-15º, 19º-26º
5º-9º, 16º-18º, 27º-29º
0º-3º, 10º-15º, 19º-26º
4º-9º, 16º-18º, 27º-29º
0º-1º, 5º-11º, 24º-26º
2º-4º, 12º-23º, 27º-29º
0º-7º, 12º-18º
8º-11º, 19º-29º
0º-8º, 12º-18º
9º-11º, 19º-29º
0º-9º, 20º-22º
10º-19º, 23º-29º

Abu Ma'shar
Masculinos
Femeninos
0º-6º, 9º-14º, 22º-29º
7º-8º, 15º-21º
0º-6º,  15º-29º
7º-14º
6º-16º, 23º-26º
0º-5º, 17º-22º, 27º-29º
0º-1º, 7º-9º, 12º-22º, 27º-29º
2º-6º, 10º-11º, 23º-26º
0º-4º, 7º-12º, 23º-29º
5º-6º, 13º-22º
7º-11º,  20º-22º
0º-6º, 12º-19º, 23º-29º
0º-4º, 10º-20º, 28º-29º
5º-9º, 21º-27º
0º-3º, 10º-13º, 19º-26º
4º-9º, 14º-18º, 27º-29º
0º-1º, 5º-11º, 24º-26º
2º-4º, 12º-23º
0º-10º,  19º-29º
11º-18º
0º-4º, 12º-17º, 25º-29º
5º-11º, 18º-24º
0º-9º, 20º-22º, 28º-29º
10º-19º, 23º-27º

Al-Biruni
Masculinos
Femeninos
0º-6º, 9º-14º, 22º-29º
7º-8º, 15º-21º
0º-6º,  15º-29º
7º-14º
6º-16º, 23º-26º
0º-5º, 17º-22º, 27º-29º
0º-1º, 7º-9º, 12º-22º, 27º-29º
2º-6º, 10º-11º, 23º-26º
0º-4º, 7º-12º, 23º-29º
5º-6º, 13º-22º
7º-11º,  20º-29º
0º-6º, 12º-19º
0º-4º, 10º-20º, 28º-29º
5º-9º, 21º-27º
0º-5º, 13º-16º, 22º-29º
6º-12º, 17º-21º
0º-1º, 5º-11º, 24º-26º
2º-4º, 12º-23º
0º-10º,  19º-29º
11º-18º
0º-4º, 12º-17º, 25º-29º
5º-11º, 18º-24º
0º-9º, 12º-14º, 20º-29º
10º-11º, 15º-19º

 Bonatti
Masculinos
Femeninos
0º-7º,  13º-18, 26º-29
8º-12, 19º-25º
5º-10º, 17º-20º, 24º-29º
0º-4º, 11º-16º, 21º-23º
5º-15º, 22º-25º
0º-4º, 16º-21º, 26º-29º
0º-1º, 8º-9º, 12º-22º, 27º-29º
2º-7º, 10º-11º, 23º-26º
0º-4º, 8º-14º, 23º-29º
5º-7º, 15º-22º
8º-11º, 20º-29º
0º-7º, 12º-19º,
0º-4º, 15º-19º, 27º-29º
5º-14º, 20º-26º
0º-3º, 14º-16º, 25º-29º
4º-13º, 17º-24º
0º-1º, 5º-11º, 24º-29º
2º-4º, 12º-23º
0º-10º, 19º-29º
11º-18º
0º-4º, 15º-20º, 25º-26º,
5º-14º, 21º-24º, 27º-29º
0º-9º, 20º-22º, 28º-29º
10º-19º, 23º-27º

 Lilly
Masculinos
Femeninos
0º-7º, 9º-14º, 22º-29º
8º, 15º-21º
5º-10º, 17º-20º 24º-29º
0º-4º, 11º-16º, 21º-23º
5º-15º, 22º-25º
0º-4, 16º-21º, 26º-29º
0º-1º, 8º-9º, 12º-22º, 27º-29º
2º-7º, 10º-11º, 23º-26º
0º-4º, 8º-14º, 23º-29º
5º-7º, 15º-22º
8º-11º, 20º-29º
0º-7º, 12º-19º
0º-4º, 15º-19º, 27º-29º
5º-14º, 20º-26º
0º-3º, 14º-16º, 25º-29º
4º-13º,17º-24º
0º-1º, 5º-11º, 24º-29º
2º-4º, 12º-23º
0º-10º, 19º-29º
11º-18º
0º-4º, 15º-20º, 25º-26º
5º- 14º, 21º-24º, 27º-29º
0º-9º, 20º-22º, 28º-29
10º-19º, 23º-27º