Ahora te hablaré del poder de los
siete planetas. Cada planeta es benéfico si está en su propia casa o en su
propia triplicidad o en su exaltación, así que lo que en ellos indica bonanza
se fortalece, incrementa. Igualmente un maléfico, si se encuentra en su propio
lugar, su maldad se aligera y decrece. De esta manera: Saturno hiere al que
nace de día y Marte al que nace de noche —especialmente si Marte está en un
signo femenino y Saturno en uno masculino. Ellos se encuentran mejor en una de
sus dignidades. Los planetas, si se encuentran bajo los rayos del Sol y
occidentales, su fuerza desaparece y carecen de poder. Si se retrogradan, esto
es dificultad e infortunio en las natividades y otras.
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