domingo, 6 de marzo de 2022

Los planetas según el Talmud

Aquí una cita del investigador Aryeh Kaplan, a su vez citando al talmudista del siglo I Shamuel HaKatan, sobre los planetas:

Saturno: pobreza, destrucción, herida interna, enfermedad.
Marte: sangre, maldad, discordia, herida externa, guerra, odio, celos.
Júpiter: vida, paz, bien, prosperidad, sentimientos religiosos, alegría, riqueza, avance político.
Venus: gracia, amor, lujuria, niños, fertilidad.
Mercurio: sabiduría, destreza, escritura, lenguaje.
Sol: luz, oscuridad, trabajo, logro, viaje, exilio.
Luna: tiene las llaves del cielo y la tierra, vicario del bien y del mal. 



miércoles, 9 de febrero de 2022

El sexo de los planeas según el Phaladeepika

“La Luna menguante, el Sol, Marte, Rahu (nodo norte), Ketu (nodo sur) y Saturno son conocidos como planetas maléficos, Mercurio también cuando se encuentra en conjunción con alguno de ellos. 
 Ketu, Mercurio y Saturno son eunucos; Venus, Rahu y la Luna son mujeres; el resto, i. e., el Sol, Marte y Júpiter son varones. 
 Rudra (Shiva), Amba (Parvati), Guha (Kumara), Vishnu, Brahma, Lakshimi, Kala (Yama), la serpiente Adisesha y Brahman son las deidades que presiden sobre los planetas desde el Sol en su orden (Sol, Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno, Rahu y Ketu). 
 Fuego, agua, fuego, tierra, akasha, agua y aire son las constituciones respectivas del Sol y los demás planetas en su orden (Sol, Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno)”. 
Mantreswara, Phaladeepika (siglo XIII), Adhyaya II, Sloka 27 

Otra cita de uno de los grandes tratado de la Jyotish. Hay muchas coas aquí que me llaman la atención. Antes que nada, las deidades que gobiernan sobre los planetas, pero estas son abordadas en otras partes del texto y en otros tratados. Así que por ahora sólo quiero mencionar que el presente es el sistema de correspondencias planetas-sexos más armónico que he encontrado (seguido por el de Ben Ezra), pues el número de planetas femeninos, masculinos y neutrales es el mismo, tres, cosa que se logra añadiendo los nodos a la lista.

sábado, 29 de enero de 2022

El microcosmos según Ibn Arabi

Dueño —el hombre— de un cuerpo denso y de un alma sutil, parte en él es sutil y parte densa; su parte sutil está viva y su parte densa está muerta; la mitad es activa y la mitad inerte, la mitad determinada y la mitad disponible, la mirad noche y la mitad día, la mitad niebla y la mirad luz, la mitad evidente y la mitad secreta, la mitad emotivo y la mitad racional, la mitad esencia y la mitad atributo. Se avergüenza de lo feo y sufre, hace lo que quiere y se arrepiente; es un compuesto de esencia sutil y grosera, hay en él espesor telúrico y sutileza aérea, afinamiento ígneo y frialdad acuática, por eso es equilibrado en el movimiento que es el espíritu de la vida; conoce el calor del fuego por lo que tiene él de ígneo en la fuerza, conoce la frialdad del agua por lo que tiene él de frío y así los demás elementos. 

 Además su cabeza tiene la forma del cielo por su redondez y por el conjunto de gracias y luces que hay en ella: vista, oído, olfato, gusto y palabra. Sus ojos son como los dos astros luminosos, sus ollares como los dos vientos, sus orejas como el Oriente y el Poniente, su delantera como el día y su espalda como la noche, su caminar como el movimiento de las estrellas y su asentamiento como su fijeza, su retroceso como su caída y su muerte como su eclipse. 

 Sus miembros interiores son siete, como los planetas y en la cabeza tiene siete huesos, como días la semana; en la espalda tiene veinticuatro vértebras como horas el día y la noche y veintiocho articulaciones, el número de las mansiones de la Luna y de las letras del alfabeto. En su vientre los intestinos son tantos como los días de Luna Nueva, y contiene 360 venas y otras tantas arterias, el número de los días y las noches del año y de grados de la esfera. Sus humores son en el número de estaciones del año.

 Sus ojos son como los espías de la fuerza racional, que es como el rey, sus oídos los administradores de la información y la lengua su truchimán. El corazón la cancillería de su saber, y el estómago su tesorería, éste es el puchero del cuerpo; el hígado su manantial, y la bilis su mirra, para que no hieda la carne, es la bendición y la medicina del cuerpo; el pulmón es su ventilador, las manos su ujier, y los pies su vehículo. La carne de su cuerpo es como la tierra y sus huesos como las montañas, su pelo como las plantas, sus venas como los ríos y sus miembros internos como las minas. 

Su cuerpo está compuesto de nueve esencias, construido sobre nueve círculos montados cada uno en el interior de otro y la esfera exterior le sirve de pared: es la carne, los huesos, los músculos, las articulaciones, la médula, la piel, el pelo y las uñas. La médula está dentro de los huesos y su función es conservar la fuerza y atemperar la sequedad de los huesos; la función de los huesos es aglutinar la carne y mantenerla sobre sí; la función de los músculos es enlazar las articulaciones y mover los miembros; la función de la carne es encintar las entrañas del cuerpo y proteger los huesos, para que no se dispersen ni se rompan; la función de las venas es reunir en si la sangre y llevarla a todos los miembros del cuerpo; la función de la sangre es recoger la temperatura, mantener la vida, regular el humor y generar el movimiento, y la función de las uñas es mantener y recoger los miembros y amarrarlos para que no se dispersen ni se rompan. 

 El cuerpo, en su constitución tiene doce agujeros asimilables a los doce signos del Zodíaco y así como los signos son seis australes y seis boreales, hay en el hombre seis agujeros en el lado izquierdo y seis en el lado derecho, equiparables a aquellos en el número y en la manera también. Y así como en el cielo hay siete planetas según cuyas órbitas se rigen el universo y los seres y con las cuales se organizan las criaturas, así también en el cuerpo humano hay siete fuerzas eficientes salidas del alma humana y por las cuales se rige el cuerpo. Y así como los planetas tienen alma y cuerpo y obras y espiritualidad que actúan sobre cuantas criaturas, minerales, animales y vegetales se materializan, así se encuentran en el cuerpo humano fuerzas corporales que producen en el cuerpo aquello que le mantiene y le mejora con ayuda de otras siete fuerzas anímicas, a saber: aprehensora, atractiva, digestiva, repulsora, nutricia, genésica e imaginativa. Las siete fuerzas de las espiritualidades son equiparables a las espiritualidades de los siete planetas y son fuerzas sensitivas donde está la perfección humana y la plenitud de sus actos, como los planetas son el ornamento y el soporte del cielo, y el eje y el orden del mundo; aquéllas son la potencia visual, la auditiva, la olfativa, la gustativa, la táctil, la racional y la mental. Los cinco sentidos son similares a los cinco planetas y las dos potencias son similares al Sol y a la Luna. Y así como la Luna toma su luz del Sol en sus veintiocho mansiones, así la potencia racional roma los conceptos de las criaturas de la potencia mental y forma de ellos las veintiocho letras del alfabeto. Y así como en el cielo hay dos Nódulos, la Cabeza y la Cola, de identidad desconocida, pero de obras e influjos evidentes, hay en el cuerpo humano dos cosas afines, a saber, el mal y el buen temperamento y además el alma también. Si tiende hacia su mundo, sus obras son sanas, están exentas de la opacidad de la naturaleza y son rectas, pero si tiende hacia la naturaleza, sus obras son desordenadas, se apartan de su condición y se eclipsan igual que se eclipsan el Sol y la Luna por el Nódulo de la Cola. Pues así, del mal temperamento son las obras naturales y la manifestación de la muerte, y del buen temperamento, la potencia racional positiva. Si la naturaleza del cuerpo se salva y pasa sobre las cosas materiales, el alma se despeja y se alza sobre ella la razón y la ilumina. 

 Como el Sol y la Luna son las dos lámparas del cielo, así se encuentran en el cuerpo los ojos que son las lámparas con las que el alma racional capta las formas de las criaturas, los colores y las vistas por medio del resplandor de la luz del Sol y de la Luna y lo mismo los otros animales. Y así como la esfera celeste y sus signos tienen límites, faces y grados así se encuentra en las articulaciones del cuerpo y en los miembros del tronco articulaciones y venas con características diversas. Y al igual que se propagan de las potencias del alma universal, que hay en los siete planetas y en los doce signos, espiritualidades que poseen obras que incumben a cada planeta y a cada signo y que descienden al mundo con cada momento y cada hora y minuto y cada movimiento de los tiempos, tiene el alma humana —que está en su cuerpo—, obras y hechos que la manifiestan y destacan con cada uno de los movimientos de aquél y con cada uno de sus instantes y de sus alientos. Y así como existe en su esencia aun cuando estén separados su cuerpo y su alma, así el alma universal está relacionada con el alma individual y su ser está en esa extensión virtual y sabiduría rectora.

Ibn Arabi
Picatrix, libro I, capítulo 6

miércoles, 12 de enero de 2022

Yavanajataka, capítulo 4: Regencias de signos y planetas

Aquí algo que leía hace unos días y terminé traduciendo. El capítulo cuarto del Yavanajataka de Sphujidhvaja (siglo II), un clásico de la Jotish y nexo entre la tradición astrológica griega y oriental:

Aries es señor de tierras, fuego, sangre, armas, oro, cobre, minerales, fundiciones, batallas y mantras; de jóvenes, niños, abanicos, sombrillas, lanzas, astas, ladrones, y comandantes de ejércitos; de cabras, ovejas, artesanos, caña de azúcar, cebollas verdes, montañas, asignaciones, cosas quemadas, desechadas o aplastadas, y tales objetos como el arsénico rojo, la tiza roja y las flores rojas. 

Tauro es el señor de juegos, parques, guirnaldas, niños, mujeres, calles del mercado, bosques, jardines, casas de reuniones y pozos; de ghee, leche, leche agria, hierba, flores, ciudades, cuadras, bueyes, arados y aradores; de equipos de bueyes, alfileres, carros, ejes, ruedas, perfumes, búfalos brillantes y toros; de obras de belleza y adornos agradables; y de las cosas pertenecientes a casas de tesoros. 

Al tercer signo pertenecen la relación sexual de hombres y mujeres, juegos de azar, diversiones, manualidades, música, canto, sonrisas y música instrumental; ejercicio, armas mágicas, escritura, soldados, conversaciones, buenos consejos y manuscritos, la adquisición de dinero, armas, riqueza y hierbas; los portadores de conocimiento, de instrucción y de comercio; los que viven por el ingenio, por ofrecer humor, y por sus manos; y bailarines y pícaros. 

Al cuarto signo pertenecen mujeres, ascetas y brahmanas doctos en las Escrituras (Sruti); ríos y hierba durva blanca; lotos y lirios; objetos que son fríos o suaves y húmedos; dulces, medicamentos para restaurar la vida (Samjivana) y espejos; cocodrilos, ranas, cangrejos, tortugas, árboles ashoka y plantas de agua, y pastos; y pájaros blancos y pájaros carnívoros. 

Leo es el señor de los picos, los bosques, las fortalezas, el veneno, los huesos, los palos, la piel, la carne, el cabello, las pieles de venado y el hilo del telar; de animales que viven en el bosque y tienen garras, colmillos o cuernos; de hambre, sed, labios secos, condimentos y especias, de cazadores, flechas, incrementos y criaturas que lideran (¿la manada?); de mlecchas, espadas, armas, lanas y oro; de enfermedades, enemigos, conspiradores y aquellos que están enfermos; y de todas las cosas que son fuertes. 

En el sexto signo se encuentran vírgenes, interacciones sexuales, ropas para el amor, uniones, timidez, mujeres que mueven sus caderas, líquidos, humo e incienso; objetos tales como adornos y maquillaje para la cara y los labios, juegos para mujeres, espejos y cajas de joyas; lámparas, transportes, lechos, prendas superiores, artesanías de mujeres, poesía, escuchar música, marcas (en la piel) de embellecimiento; libertad para ejercer la pasión, elocuencia, gemas, joyas, incienso y tales artes como contar historias y el canto. 

Libra es el Señor de cosas como balanzas, medidas, piedras de toque, mercancías, calles de mercado, oro, joyas, ropa y perlas; pregoneros, guías, líderes de caravanas, exportadores y fabricantes de imágenes; de playboys, dados, pícaros, mentirosos, aquellos que viven de la habilidad de sus manos, y aquellos que son inteligentes al escuchar el contenido de los mensajes; también las artes como la de los seis principios políticos (Shadgunya) y la inferencia, y las letras. 

En Escorpio hay agujeros, víboras, hormigas, aquellos que son destruidos por venenos, piedras o armas, aquellos que son mutilados o golpeados, y aquellos son vilipendiados; criaturas rastreras, escorpiones, mangostas y lagartos; tales cosas como serpientes y otras criaturas que viven en agujeros; los asesinos, aquellos que están postrados a los pies de sus enemigos, los corrompidos, los pobres, y los que obedecen a las esposas de otros hombres, pero no a sus propias esposas; carne, estómago y órganos sexuales femeninos y masculinos; y buques, implementos de guerra y cenizas. 

 En Sagitario hay caballos, elefantes, ruedas de carro, arcos, armaduras, guerreros, armas y flechas encantadas; los Vedas, madera encendida, mantras, oblaciones, instrumentos de sacrificio, dioses, sacerdotes (Ritvij), maestros, ofrendas y brahmanas; conocimiento, instrucción, textos sagrados, aquellos que son los mejores en el habla, poemas, tradiciones, gramática y materiales auspiciosos; reinos, asesores (amitya), concejales municipales (puramantri) y pueblerinos; y brahmanas que se encuentran en el agua, así como los que se paran en hormigueros. 

 En Capricornio hay otros animales, árboles, árboles de clavo; […]; los corruptos y el […]; cocodrilos y serpientes; plomo, cobre, hierro, minerales y sogas; malas hierbas, cereales, minas, gente baja, esclavos, calzadas, balsas, bosques y ríos; los que viven de barcos y agua; asesinos (¿cazadores?) de ciervos (mrga) y pájaros; y todo lo que habita en las aguas. 

 Pertenecen a Acuario los tanques, pozos, presas y obstrucciones; esclavos, hombres aterrorizados y aquellos cuyos cuerpos están manchados y marcados; grano pobre (kusasya), cobre, hierro y plomo negro; los sin casta; caballos, prisioneros y ancianos; eunucos, ascetas (pravrajita) y aquellos que se casan con mujeres de castas inferiores; tramposos, malvados y pícaros; los que ladran como perros y los que aúllan como chacales; y cántaros y así sucesivamente. 

 Pertenece a Piscis las aguas profundas, los océanos, los vados, las riberas de los ríos, los barcos, los timoneles, toda las clases de peces y las caracolas; los sonidos de mujer, casas, marineros, baños, ropas, opiniones, y ofrendas de agua; sacrificios, brahmanas, ceremonias, joyas, perlas, caracolas, coral y agua; adornos y objetos relacionados con los Puranas, los Vedas, los votos, la ley (niti) y la rectitud (dharma). 

*** 

 El Sol es señor de los reyes, bosques, montañas, oro, cobre, leones, fuego, animales feroces, venenos y lanas; y de tronos, carne viva, desiertos, palos carbonizados y montones de riquezas. 

 La Luna es señor de las mujeres, de las pinturas, del sueño, de las relaciones sexuales, de la comida y de las bebidas; de cosas frías, húmedas o dulces; de condimentos y especias; de guirnaldas, vestidos y tierra; de joyas y perlas; y de santo(s) y lotos (ambuja). 

 Júpiter es el señor de lo auspicioso, lotos (padma), Brahmanas, dioses, sacrificios, montones de grano (dhanya), propiedades, casas e hijos; de oro, carruajes, tronos y nutrimentos; de consejeros (mantri) y mahattaras. 

 Venus es señor de montones de joyas como diamantes; bueyes, hijos, mujeres, matrimonios, perfumes, ropas y ornamentos; de buena fortuna, fragancias, escuchar música, pabellones, tesoros y hombres ricos. 

 Marte es señor de ejércitos, reyes, ladrones, heridos y muertos; de venenos, fuego, armas, sangre y lesionados; y de oro, montones de minerales, todo tipo de flores y camikara (oro). 

 Mercurio es señor de todo tipo de mercancías, de unión y separación, de astucia, artesanía, tradiciones y medicina; de la risa, la interpretación de mantras y ambigüedades; y de santuarios (caityas) y árboles. 

 Saturno es el señor de los cadáveres, la muerte, los prisioneros, las batallas, los ancianos, los villanos, las mujeres malvadas, los eunucos, los perezosos y los iniciados (dikshita); de los miserables, esclavitud, ungüentos y cosas frías; y de todas las cosas bajas.

miércoles, 5 de enero de 2022

La amistad según la doctrina de los lotes astrológicos

Se puede extraer una interesante reflexión a cerca de la naturaleza de la amistad a partir del análisis que hizo Guido Bonatti sobre el Lote de los amigos. No puede ser otra cosa que fluir con el otro –y el otro con nosotros, claro–, adaptarnos y ser flexibles. 

 “El Lote de los amigos es tomado de día y de noche desde la Luna a Mercurio y se proyecta desde el Asc. Este Punto es tomado de esta forma debido a que Mercurio es de apariencia cambiante y de significación variada, denotando en ciertos momentos masculinidad y en otros femineidad y así en ciertos momentos velocidad, en otros lentitud; en ciertos momentos calor, en otros frío, a veces buena fortuna, otras mala suerte y siempre está inclinado a la naturaleza del planeta al que está unido. De igual forma la luna hace la misma cosa debido a la velocidad de su movimiento, siendo ligeramente cambiante, por cual razón las voluntades de los hombres varían rápidamente con sus amigos, no quedándose mucho en igual condición. Y por eso los sabios extractaron el Punto de los amigos de estos dos planetas, debido a que son más rápidos y más cambiantes que los otros”.