domingo, 24 de marzo de 2024

Planetas benéficos y maléficos en el budismo tibetano

Traduszco aquí un par de fragmentos de la monumental obra Sheja Dzö o Tesoro de conocimiento,  importante compilación enciclopédica de la tradición budista tibetana, escrita por Jamgön Kongtrül, erudito del siglo XIX. 

En concreto, estos fragmentos pertenece al volumen primero de diez: Una miríada de mundos, que abarca temas de cosmología budista, donde se cita prolíferamente el tantra de Kalacharkra, el cual, a su vez, cómo no, toca temas relacionados con la astrología.

Estas citas, en particular, además de por mencionar conceptos que no termino de comprender, me llaman la atención debido a que contemplan una subdivisión planetaria en benéficos y maléficos desconocida para la Jyotish india que yo sepa, y claro, desconocida  para la astrología occidental también. Espero la encuentren igual de fascinante que yo.

Los diez planetas son el Sol, la Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno, la Cola Larga [de Humo] (Ketu, el nodo sur), el Eclipsador (Rahu, el nodo norte) y el Fuego del Tiempo (Kalagni).
Los ocho, desde el Sol hasta la Cola Larga, comienzan su movimiento natural en sentido contrario a las agujas del reloj, alrededor del Monte Meru (nota mía: aquí no sé por qué incluye a la cola larga, esto es, el nodo sur, que también va siempre retrógrado), y el Eclipsador y el Fuego del Tiempo en el sentido de las agujas del reloj. A cuatro de ellos El Sol, Marte, Júpiter y Saturno se les llama planetas maléficos porque son ramas de la derecha; y los cuatro Luna, Mercurio, Venus y Cola Larga se llaman planetas benéficos porque son ramas de la izquierda.
Siguiente cita:
Cómo se forma el burdo sistema-mundo a partir de las seis luces [se explica] en el Tantra Glorioso [de Kalachakra], comenzando con la afirmación:
"En la rama izquierda está la llamarada blanca".
Las luces se pueden explicar usando un formato de [dos conjuntos de] siete pares: la luz verde en el cenit y la luz azul en el nadir, que se caracterizan por la conciencia radiante del vacío total, producen dos vientos-energía, el vital y el vaciante descendente. El resplandor negro en el este, caracterizado por acercarse a la plenitud, produce el calor macrocósmico acompañado de otros seis vientos-energías. La llamarada roja en el sur, caracterizada por el aumento, produce los siete fuegos; estos son los cinco planetas iracundos: el Fuego del Tiempo, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno, además del Rayo y el Fuego con cara de Caballo. La llamarada blanca en el norte, caracterizada por el amanecer de luz interior, produce las siete aguas: los cinco planetas pacíficos, Eclipsador, Luna, Mercurio, Venus y Cola Larga, más la lluvia y el océano...

En resumen, y omitiendo información que me llevará tiempo entender, Saturno, Júpiter, Marte y Sol son maléficos; y Venus, Mercurio, Luna y los nodos son benéficos. Ciertamente una conceptualización digna de ser meditada largo y tendido.   



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